miércoles, 2 de abril de 2008

GAVIOTAS

Estos días pasados en Formentera, me vino a la cabeza un libro, una canción y una película.
"JUAN SALVADOR GAVIOTA".
Veía volar a las gaviotas, tranquilas y divertidas, estaban disfrutando de su vuelo, planeando ligeras, aprovechando las corrientes de aire que se forman entre el acantilado y el mar. Recuerdo vagamente la lectura del libro, quizás lo busque para releerlo, aunque pienso que después de 30 años, lo encuentre extraño o sin sentido, o quizás no, y descubra nuevos valores o se refuercen los que ya tenía. Recuerdo la canción, también muy vagamente, estuvo de moda una buena temporada, la cantaba si la memoria no me falla, Neil Diamond, recuerdo bien, eso sí, que tenia una cassette del dicho cantante con esta canción y otros éxitos suyos del momento, vale, reconozco que era un romanticón. Lo que mejor recuerdo es la película, incluso recuerdo que la vi en un cine de Sant Antoni de Calonge, al ladito de Palamos, tenía yo por entonces 20 añitos, recuerdo bien esa semanita, fue importante para mi. Pues bien, en la película, por supuesto, sólo aparecían gaviotas y alguna que otra ave, una gaviota que no se conformó con volar sólo cerca del mar, y buscó nuevos derroteros, quería volar mas allá de los límites impuestos por su condición de gaviota, y creo que lo consiguió, eso sí, no sin pasar penas de toda índole, agotamiento y desmoralización, lamentablemente, no recuerdo el final, espero que encontrara lo que buscaba, yo buscaré el libro, la película o la canción, o, quizás busque otra cosa. Mientras tanto, las gaviotas de Formentera siguen disfrutando de su vuelo cerca del mar, que no es poco.

2 comentarios:

Rik dijo...

Jordi, me ha gustado. Promete, como dice Marga. Dentro de tí hay paz, y la sabes transmitir y compartir. Gracias por ello.

Recuerdo la historia de G. García Márquez sobre su "Náufrago", una de sus primeras publicaciones, en fascículos en Colombia, donde narra la lucha con las gaviotas. Y pienso lo que dices. Y en la vida. Porque lo que se vé no es siempre lo que es. Lo que parece blanco, no es blanco. Y tú eres un buen tipo, que vale la pena tener por amigo.

Anónimo dijo...

¡Hombre! Veo que el encantador Enrique te ha visitado. Otro chico especial :-) No me queda otra que suscribir punto por punto lo que el genial armador del Telémaco afirma.

Juan Salvador Gaviota es un libro que hay que rescatar de cuando en cuando, abrélo por cualquier pag. Le seguirás encontrando sentido, quizá no el mismo, pero sigue teniéndolo en cada párrafo.
De él saqué en su día las ganas de tirar p´alante, sin importarme llegar a ser diferente. Lo esencial es vivir,pero vivir satisfecho, disfrutar de la libertad, conseguir lo que se anhela y sobretodo sentirse en paz. Y se puede, queridísimo Jordi, claro que se puede. Solo tenemos que levantar el vuelo. Someterse por fuerza al comportamiento de la manada es un lastre muy grande, no dejes que algunas cosas te amarren, ¡vive! y ¡sonríe!

Sabes... desde el primer momento en el que coincidimos a bordo del Prati, y tal como afirma Rik, tuve la sensación de que eras alguien especial, es cierto eso de que transmites paz, y no sé el por qué, pero apostaría sin dudarlo por ti, porque tengo la certeza de que eres un buen hombre, con mucho fondo. Y ahora encima leyéndote entre líneas esa certeza se afianza.

Sigue así, escribiendo, navegando sintiendo... Y nunca olvides sonreir. ¡¡Y vente pal sur alguna vez jodio!1