LLUNA PLENA

Creer en algo, perseguirlo, llegar a realizarlo.

Es una filosofía que comparten hombres y mujeres, personas, en mayor o menor medida, con más o menos posibilidades de éxito, pero lo importante es el denominador común, creer y perseguirlo, si además disponemos de la complicidad de otras personas, mas personas ilusionadas, el éxito está asegurado.
Este fin de semana pasado, alguien creyó en algo, lo persiguió, y al final obtuvo la recompensa, el éxito, un éxito un tanto especial, como si de una tarta de aniversario se tratara, que se reparte en pedacitos entre amigos, para que todos disfruten de ella. Esa tarta, ese éxito tiene un nombre, REGATA LLUNA PLENA DE PREMIÁ.
Y artífice de todo esto, Toni, conocido también por Panxut, él, junto con sus amigos y colaboradores del C. N. Premià, hicieron posible que eso sucediera, a pesar de que la semana anterior, Toni sufriera la pérdida de un ser querido, un referente de su vida.
Sus amigos, que por eso lo son, estuvieron a su lado, apoyando, animando y ayudando para que la LLuna Plena, a pesar de que las nubes la taparan, reluciera más que nunca, mi más sincero reconocimiento hacia ellos, y vaya si relució, en el corazón de todos los que estuvimos ahí.

Como me hacía ilusión participar en esta “regata” con el Miravent, pues para allí que me fui con él, además llevando tripulación de lujo en el traslado de ida y vuelta, Kiernan e Imma.
Salimos de Port Olimpic sobre las 12 del mediodía del sábado 9, viento de Levante, no podía ser de otra manera, justo nos llegaba el viento por el rumbo que debíamos tomar, venga, a ceñir, es que no hay manera... de todos modos fue una ceñida agradable, el Miravent hacía camino a buen ritmo, y Kiernan disfrutaba en la caña, hacía tiempo que deseaba navegar en él.

Las últimas dos millas las hicimos a motor, el viento se tomó un descanso y nos dejó al vaivén de las olas, algo incómodas por cierto.
Amarrados ya en el pantalán del C.N.Premià, tomando unas cervecitas bien merecidas.


Comida y brindis en el Melqart, el Dufour de Mario, vive en el barco en el puerto de Premià.
Como Kernian e Imma eran sus tripulantes en la regata, al final me apunté yo también con ellos.


Toni en el club repasando notas, controlando que esté todo en orden, los barcos van llegando, hay que preparar la bienvenida, las bolsas de regalo para los patrones y tripulantes yacen a la espera de ser entregadas.

Y por fin, la bienvenida oficial, reunión de patrones y tripulantes, instrucciones de regata y el deseo de organizadores y asistentes de pasar una velada inolvidable. En el ambiente se respiraba las ganas de pasarlo bien.

Saliendo al mar, cincuenta barcos, éxito de convocatoria

La Luna “brilló” por su ausencia, unas nubes que encapotaban el cielo nos privaron de su magia, sin embargo existió otra magia tricolor, verde, rojo y blanco, espectáculo fascinante, un montón de veleros surcando las aguas de Premià, con sus luces de posición, se encargaron éstas de poner la magia frente a nosotros y de vivir durante un par de horas una aventura de niños...

Acabada la regata, seguía la fiesta, en la terraza del club nos esperaban 250Kg de sardinas a la brasa y otros tantos litros de cervecita fresca.
A partir de ahí empieza otra magia, encuentro con amigos y nuevos conocidos, charlas y charlas,
Risas y risas, buen rollo, ganas de pasarlo bien y luego queimada, 30 litros de orujo nada menos, lástima que la cámara de fotos se me declaró en huelga y no pude tomar mas instantáneas.

Dos patrones compartiendo tripu, el Melqart en regata, el Miravent en el traslado.

Por cierto, en la regata llegamos penúltimos, pero nos reímos un montón y lo pasamos en grande, sobre todo cuando localizamos la bolla, que lo nuestro nos costó, y casi nos pasamos la línea de llegada sin enterarnos, jaja, si es que...claro si estamos sólo por las “cositas”...

Desde aquí quiero agradecer a Toni y a todos sus colaboradores, el esfuerzo las ganas y el entusiasmo que pusieron, para que la magia de la Lluna Plena nos envolviera a todos en una noche de buena amistad y camaderia.
Creer en algo y perseguirlo, yo, a pesar de cómo está todo por ahí, cada día me apetece más creer en las personas...